Con este articulo trato de hacer una reflexión sobre el uso de aplicaciones web en el entorno corporativo con las aplicaciones instaladas en el propio equipo de trabajo de cada usuario.

A la hora de elegir una aplicación de escritorio, esta ha de instalarse en cada uno de los equipos de los usuarios de la empresa que necesiten acceder a esta. A la hora de actualizar la aplicación se deberá diseñar un sistema automático de gestión de las actualizaciones para evitar que un usuario con una versión posterior pueda dañar la base de datos. También hay que valorar la escasa portabilidad ya que si se desarrolla en un entorno Windows, solo funcionara bajo esos requisitos y no para móviles o tabletas que en la actualidad está en continuo crecimiento de uso.

Por otro lado, las aplicaciones web es el que se encarga de la funcionalidad del sistema a través del navegador web de cada usuario. Esto quiere decir que desde cualquier dispositivo con acceso a internet se puede usar la aplicación otorgando una mayor flexibilidad a la hora del trabajo. Respecto a las actualizaciones estas se realizan del lado del servidor por lo que no afectaría a ningún usuario.

La conclusión a la que se puede llegar es que en la actualidad resulta más practico, cómodo y aconsejable usar aplicaciones web corporativas para trabajar en diferentes ubicaciones.

Autor: Carlos Dugo Ocaña

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