Leo en Soylent News que el Parlamento alemán ha aprobado una reforma de la legislación sobre retención de datos de las comunicaciones personales. La nueva ley, cuyo borrador se había conocido antes del verano, obligará a las compañías que presten servicios de telecomunicaciones en territorio alemán a guardar registros del uso de las comunicaciones de voz y datos de sus clientes por un periodo de hasta 10 semanas. Los datos a guardar no contendrán el contenido de las comunicaciones sino sus «metadatos»: números de teléfono de origen y destino, duración de las llamadas y direcciones IP. El acceso a los registros necesitará autorización judicial. Después de las 10 semanas, los registros deberán destruirse.