De rebote he caído en una noticia que afirma que los mensajes de Whatsapp se pueden falsificar fácilmente, por lo que no son el mejor medio de prueba en un juicio. La noticia aclara que los mensajes están cifrados en el móvil, lo que impediría su manipulación, pero accediendo en «modo súper usuario» (root) se accedería a los mismos en modo «sin cifrar», lo que permitiría su modificación sin dejar rastro de la manipulación. Es decir, que si Fulanito muestra su móvil con una conversación de Whatsapp en la que se ve que le dice X a Menganito, o que Menganito le dice Y a Fulanito, a Menganito le basta con decir: «impugno la prueba, está manipulada», y a Fulanito le va a resultar imposible encontrar un perito informático que certifique que no hay manipulación posible. Lo cual implica la invalidez de la prueba. Esto entra dentro de lo que yo esperaba. Hasta la fecha nadie me lo había confirmado, pero yo daba por sentado que si está en mi móvil, puedo haberlo modificado. Por eso siempre recomiendo a mis clientes que las conversaciones que pueda ser necesario mostrar en juicio, las tengan por correo electrónico, no por Whatsapp. Por ejemplo, conversaciones entre padres divorciados, en las que hablan de cosas tales como si aceptan tal o cual gasto extraordinario, cómo se van a repartir las vacaciones este año… cuestiones «domésticas» por las que no merece la pena andar con burofaxes, pero cuando haya problemas y terminemos en el Juzgado echaremos de menos tener un modo de demostrar que dijiste esto, aquello y lo otro.