Estos términos son los que usa el MIT para describir su nuevo método para mejorar el rendimiento de las baterías recargables: uno de los problemas de las baterías de ión-litio actuales es el sucesivo crecimiento y decrecimiento de sus electrodos (que llegan a duplicar, a carga completa, el volumen que ocupan cuando están descargados) que puede estropear su superficie (lo que consume litio sin posibilidad de dar marcha atrás). La solución pasa por crear una cáscara alrededor del electrodo de modo que éste pueda crecer y decrecer sin afectar a su cáscara. Y los materiales que necesitan para llevar esto a cabo (dióxido de titanio en la cáscara y aluminio en la yema) se descubrieron por casualidad. Habrá que ver si este proceso se puede llevar a producción en masa.