El 18 de abril, al acabar una semana lectiva más del curso, SALESIANOS ATOCHA celebró su “DÍA DE PUERTAS ABIERTAS”. Desde las 10 hasta las 13:30 todas las dependencias del edificio estaban abiertas para, atendidas por profesores y alumnos, mostrar el fruto de las actividades y trabajos realizados durante el curso escolar.
Trabajos expuestos con mucho primor para ver; trabajos para escuchar la explicación, temblorosa de emoción muchas veces, de sus autores y profesores; y proyectos realizados con muchas horas de programación y realización, que exhiben aplicaciones prácticas de la vida real o te invitan, de manera interactiva, a realizar un producto, que te sirva de recuerdo.
En esta confluencia masiva de alumnos y profesores, padres y familiares que vienen a ver el trabajo y el cole de su hijo, familias interesadas por conocer 
el posible colegio de sus hijos en el nuevo curso, se pasaron las horas matutinas de este sábado visitando los diversos pabellones y admirando tanta actividad educativa expresada en lo que se veía tan abiertamente. Y todo en un ambiente festivo-deportivo con campeonatos de fútbol-sala, baloncesto y volea para las cuatro secciones de alumnos del centro. También se pudo degustar en el comedor escolar algún aperitivo preparado para los visitantes.
Este año tuvo la Jornada de Puertas Abiertas en Salesianos Atocha una novedad: a las 11 se cortó la cinta que inauguraba una especial muestra de ebanistería. En concreto: se exhibían 21 láminas realizadas por el alumno D. Eduardo Gutiérrez Ruiz en los cursos 1926 a 1930. Para este acto fueron invitados los familiares de este alumno; vinieron, acompañados por sus esposos, su hija, su nieta y su biznieto que es alumno de educación infantil del centro.
Lo especial de esta muestra de ebanistería no sólo era apreciar la calidad de los trabajos de este alumno, tan bien conservados por su familia durante tres generaciones, sino también exponer los únicos documentos, anteriores a 1940, que el centro dispone de su trayectoria histórica iniciada en 1901. Pues cuando se recuperó el edificio, tras la guerra civil, ya no había ninguna documentación de años anteriores (quedó todo arrasado).
Salesianos Atocha agradece a esta familia su singular aportación documental, expuesta en este día, y felicita a los alumnos y profesores por la calidad y generosidad manifestada en esta jornada. Y a todos los visitantes les emplaza para la siguiente, a la vez que agradece su reconocimiento durante la visita de este año.
