La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
Y es que, recordando a Jesús, quien vivió momentos de Cruz, podemos intentar cambiar las cosas que no nos gustan.
Nuestros niños y jóvenes comenzaron ayer este camino de reflexión, recordando a nuestros hermanos de Ucrania que tan mal lo están pasando.