Va a ser verdad que el curso está tocando a su fin. La agenda se llena en este mes de Mayo con fechas de exámenes y festividades que ante la selectividad quedan reservadas para ser celebradas en los años venideros.
Así pues, parece imposible que entre medias de todo este ajetreo hayamos podido encontrar un momento de disfrute como el que tuvimos el pasado viernes. Un rato en el que olvidarnos de notas, agobios y dificultades. Un rato para celebrar. Y es que, como nos dijeron al comienzo del acto de clausura, no éramos solo convocados para esa imposición de becas, éramos convocados a celebrar y compartir las vivencias de estos dos últimos años. Las alegrías principalmente pero también, por qué no, esas pequeñas insatisfacciones que nos han ayudado a crecer.
La tarde se presentó espectacular con el sol alumbrando en lo más lo alto y haciendo que las galas que nos habíamos puesto para tan merecida ocasión nos hiciesen brillar con luz propia. Quienes os acompañaron también vestían con lo mejor de su vestidor e incluso añadieron alguna lágrima emocionada a su maquillaje cuando os veían subir al escenario. Y es que la ceremonia de clausura transcurrió entre momentos emotivos, como el discurso que dedicaron Luis e Isabel en representación de los alumnos o la imposición de becas, y otros donde nos relajamos viendo las fotos de tantas cosas que hemos hecho a lo largo de estos dos años, desde el proyecto de touratocha al viaje a Italia pasando por vuestra participación en las olimpiadas de economía o geografía, la famosa suelta de globos, los #histos, el camino de Santiago, vuestros trabajos en clase, las veladas de don Bosco… y tantos y tantos momentos en que hemos compartido nuestra felicidad.
Terminado el acto de clausura, padres, alumnos y profesores pudimos seguir disfrutando en el cocktail de un rato de charla que se mezcló con las fotos que nos hacíamos, los abrazos que nos dimos o las dedicatorias que firmamos antes de que nos dirigiésemos al restaurante en el que unos despedimos la noche mientras los protagonistas os marchabais a seguir creando recuerdos que asociaréis siempre a vuestro paso por los Salesianos de Atocha.
La celebración del pasado viernes parece evidenciar que el curso 
está a punto de acabar. Lo que tenéis por delante es extraordinario. Disfrutadlo, sed felices y no olvidéis que, como nos dijo el director en su discurso y nos recordaron Julia y Juan Carlos, aquí está vuestra casa.
DISCURSO ALUMNOS 2º DE BACHILLERATO