El último día de curso, antes de las vacaciones de Navidad, fue un día muy especial para la sección de Bachillerato de Salesianos Atocha. El final del trimestre coincidía también con el finalde la actividad profesional de una de las docentes más queridas y admiradas de la sección: Ana Sanz, quien ha dedicado 28 años de su vida a los alumnos de este centro, tanto como profesora, como en el cargo de directora pedagógica de la sección.

A primera hora del día, le esperaban en el pasillo sus alumnos y compañeros, que la recibieron con aplausos, en el que sería su último día como docente. Más tarde, en los Buenos Días, el coordinador de Pastoral, Juan Luis Herrero, le dedicaba una emotivas palabras:

“Hoy es un día realmente especial, hoy, ahora, hace dos minutos, acaba de dar su última clase una mujer que lleva toda una vida dedicada a la docencia y no podía por menos que dedicarle estos últimos buenos días y dar gracias al Señor por haberla puesto en mi camino y en el de tantos.

(…) Querida Ana Sanz, gracias. Hoy no puedo usar otra palabra, gracias por ser un ejemplo de profesionalidad y compromiso para nosotros tus compañeros, por las horas dedicadas para el bien de los jóvenes. Pocos entre todos nosotros somos o hemos sido conscientes de lo temprano que llegabas al colegio cada mañana, la primera en llegar y la última en irte, trabajando a destajo con tu buen talante y la disposición que siempre te han caracterizado, sin el menor atisbo de queja. Nunca has hablado mal ni te has quejado aspaventosamente de tu tarea. En tu forma de trabajar he encontrado ese carácter que veo en mis padres, en esa tu generación, la constancia, la minuciosidad, la dedicación, la tranquilidad, el cariño y la calma puesta en todo lo que hacías. Tu presencia en todas las reuniones o actividades allí donde algo tuviera que ver con bachillerato por mínimo que fuera. Siempre estabas ahí, haciendo de menos al cansancio de la jornada dispuesta a charlar con un padre por pesado o inoportuno que fuera(…)

(…)Te mereces la jubilación, el descansar algo tras estos últimos años con menos horas de clase pero tan intensos en lo personal, te mereces disfrutar de tu familia, te mereces esperar a ver si se casa tu niño y preparar una boda a lo grande pero te mereces, sobre todo, seguir siendo feliz. Deseo de corazón que te lleves el mejor recuerdo de tus alumnos, de los compañeros, del colegio. Como te decía esta mañana Anselmo: “llegaste, te vas, te alejas, pero dejas una huella imborrable. Gracias compañera y amiga”.  Vamos a echarte mucho de menos”.

Al final de la jornada, el resto de los compañeros, se reunieron para despedirla y el director titular del colegio, Luis Alberto Guijarro, le dedicó unas emotivas palabras de agradecimiento por su etapa profesional en el colegio, donde resaltó  haber cumplido con su actividad docente con una enorme dedicación, humanidad y preocupación por dar siempre lo mejor de sí misma al alumnado del centro. 

Por su parte, Ana Sanz, agradeció a todos los compañeros con los que había coincidido durante su trayectoria profesional en el centro, y especialmente, a la Comunidad Salesiana, por haberla hecho sentir como un miembro más de la familia. «Dar clase en este colegio, me ha hecho mejor persona», subrayó Sanz.

Todos los que le dirigieron unas palabras en su despedida, así como el resto de los compañeros profesores, resaltaron su extraordinaria calidad humana, cualidad que ha impregnado su trabajo diario y su relación con los demás a lo largo de estos veintiocho años.

MUCHAS GRACIAS POR TODO, ANA SANZ.

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